AGRADECIMIENTO DESDE MANILA

MUY QUERIDAS HERMANAS, PROFESORES, FAMILIAS Y ALUMNOS DEL COLEGIO SANTÍSIMO SACRAMENTO DE PAMPLONA:

Un cariñoso saludo desde Manila. Soy Mapi, una de las hermanas de la comunidad de Misioneras, que desde hace poco más de dos años está en esta Nueva Misión, en Baseco Tondo, entre los más pobres, Misión de la que estoy segura que ya os sentís parte, porque la lleváis en el corazón.

Para nosotras es una gran alegría, después de este tiempo, ver cómo Dios ha ido haciendo su obra, gracias a la oración y a la generosidad de tantas personas que nos están apoyando, entre ellos vosotros. Toda la comunidad: Hermanas Ángela Mª, Nirma, Luz y yo (Mapi), os damos las gracias de todo corazón.

Sabemos que durante todo este curso habéis estado apoyando esta Misión de forma especial, con mucha oración, y también económicamente, a través de las distintas actividades del colegio. GRACIAS A TODOS. Gracias por vuestra dedicación y esfuerzo, gracias por la ilusión con la que habéis trabajado para poder ayudarnos. Es verdad que no estáis aquí físicamente, pero SOIS MISIONEROS desde vuestra casa, porque el Espíritu Misionero no tiene fronteras, y alcanza a todos los rincones del mundo. Nosotras somos testigos de esa fuerza misionera que nos transmitís.


 

Gracias a vuestra ayuda, muchas personas han podido salir adelante en medio de tanta pobreza. Es verdad que en lugares como éste la necesidad es inmensa, pero cada granito de arena es un gran regalo que ayuda a rehacer muchas vidas.

Concretamente, hemos podido apoyar a algunas familias de las afectadas por el terrible “Tifón Yolanda”, que azotó gravemente algunas zonas del País. Gracias a la ayuda de todos, nos hemos comprometido, como Congregación, a costear los estudios universitarios de 5 jóvenes, cuyas familias lo han perdido todo. Por causa del Tifón, más del 70% de los estudiantes tuvieron que abandonar la escuela. Las consecuencias fueron muy graves para mucha gente. Tuvimos la oportunidad de viajar hasta allí, y realmente era desolador, pero al mismo tiempo, era un gran ejemplo para nosotras ver cómo a pesar de haberse quedado sin nada, la gente vive sonriendo y dando gracias a Dios por todo, pues ven claramente su voluntad en todo lo que ha pasado. QUÉ EJEMPLO DE FE!!! ¿verdad? Saben que Dios siempre saca bienes del sufrimiento, de hecho, por causa del Tifón se está dando un nuevo resurgir en las zonas más afectadas y una gran esperanza de renovación, a través de nuevas alternativas de desarrollo. Sobre todo, el sufrimiento ha hecho nacer un gran sentido de pertenencia entre todos, como comunidad, como pueblo, como Iglesia, fortaleciendo la fe y creando grupos de apoyo y de trabajo en muchas parroquias.

También hemos podido empezar la construcción de la Capilla Santísimo Sacramento en Baseco, el deseo que desde hace tiempo el Señor puso en nuestros corazones y en los corazones de las personas con las que trabajamos. Como sabéis, hasta ahora solo hemos contado con un trozo de tierra y una lona para cubrirnos del sol y de las lluvias. Los bancos, el altar, las cortinas, todo lo necesario para celebrar la Eucaristía, era puesto al servicio de todos por parte de los vecinos, un gesto de comunión muy bonito. Así empezamos a caminar, con mucha ilusión, pero en condiciones muy limitadas para poder llevar a cabo nuestro apostolado. Ahora, gracias a Dios, ya soñamos con el día de la inauguración y bendición de la Capilla en unos meses.

Desde aquí, os seguiremos haciendo partícipes de los pasos que vayamos dando y esperamos poder compartir pronto con todos la alegría de tener “Una nueva casa: La Capilla del Santísimo Sacramento”, para que, como nos pide Mª Emilia, Nuestra Querida Madre Fundadora, podamos llevar a Jesús muchos corazones.

A un nivel más personal, os digo que siento un lazo especial con todos vosotros, pues viví en la comunidad de Pamplona durante 4 años. Algunos de vosotros me conocéis y yo os conozco, aunque…….cuando os veo en las fotos……..madre mía cómo habéis crecido algunos!!!

En Pamplona viví una experiencia misionera muy bonita, en la tierra de San Francisco Javier, patrón de la Misiones. He estado muchas veces en Javier, y nunca me canso de ir, porque me transmite algo muy especial, me hace sentir dentro el “fuego misionero” de San Francisco y el deseo de dar a conocer a Jesús. Hoy, el Señor me regala la oportunidad de estar en “Tierra de Misión”, aquí en Filipinas, en un lugar que nunca hubiera imaginado, y viviendo una experiencia que está cambiando mi vida.

No quiero despedirme sin animaros a que SEÁIS AUTÉNTICOS MISIONEROS allí donde estéis, no os canséis nunca de hablar de Jesús, de transmitir su alegría, de ayudar a los  demás. Jesús nos dice que “Hay más alegría en dar que en recibir”, y es cierto. Cuando vives al lado de los más pobres palpas esto en la vida de cada día. Cuando te das a los demás, sientes por dentro una alegría que no tiene precio, una alegría única, LA ALEGRÍA DE JESÚS. Os animo a que caminéis con Jesús, a que viváis al estilo de Jesús, buscando siempre amar a todos y hacer el bien allí donde vayáis. Y………vivid muy atentos a lo que quiere de cada uno de vosotros. Jesús no deja de llamar, y puede que os llame a algunos para ser sacerdotes, religiosos o religiosas, misioneros o misioneras, etc…. Escuchadle y si sentís que os llama…… RESPONDEDLE CON UN SÍ!!!.

Bueno, me despido ya con un GRACIAS, en mayúscula, por todo. Seguimos muy unidos en la oración de cada día. Que María, como Madre, nos guíe y nos acompañe siempre. Amén.

Con todo cariño: Ángela Mª, Nirma, Luz y Mapi (Comunidad de Manila).